Travis Egedy, a.k.a. Pictureplane, made his name chasing unpopular realities and alternate truths across various media. His gallery works, shown on both sides of the pond, collide familiar with fringe. His Alien Body clothing line offers a stylized study of symbology, the occult, and societal decay. And his music – blissed yet shadowy, swirling up vintage strains of house, hip-hop, and noise – treats electronics not as uncannily artificial, but as extensions of our more magical selves. One could, if one was open to such things, visualize the Brooklyn-based artist’s albums and their wild live performances as pathways to a rarer form of realness. Because while the Good Show tells us to “Trust No One,” exceptions are granted to men with X-Files tattoos.

Egedy came into his own while in Denver, Colorado. He had been pursuing a BFA in painting at Rocky Mountain College of Art + Design, but his day-to-day existence had become the medium. He lived in the legendary Rhinoceropolis warehouse, and helped convert that junkyard-adjacent DIY venue into the hub for the city’s expanding art-punk underground. In that space, his music evolved fast, and Pictureplane was born into a dank stew of harsh sounds, sub-standard living, outsider art, scavenged furnishings, weird smells, and magnificent openness. By the time his remix of HEALTH’s “Lost Time” hit the blogosphere, Egedy had grown into a sound: raw, moody dance-pop addled by rap rhythms and augmented by airy vocals. In 2009, he dropped his official debut, Dark Rift, on Lovepump United, along with a song whose title spoke volumes: “Goth Star.” By the year’s end, in a stroke of tongue-in-cheek genius, he coined the term “witch house” to describe the upwelling of dark EDM owing nearly equally to legacies of Psychic TV and C+C Music Factory.

In 2011, Pictureplane’s Thee Physical arrived, marking a major leap forward both sonically – Egedy‘s voice dripping sex at the forefront of an emotive technoscape – and thematically: tracks like “Trancegender” and “Breath Work” explore sensuality and the human body with gender-dissolving aplomb. Egedy moved to Brooklyn in 2012 in order to stoke alt-rave culture from a more powerful vantage. He has since toured with Crystal Castles and Major Lazer, headlined independent fests in Europe, remixed the likes of Lil B, been remixed by Grimes, made beats for Antwon and Sole, and churned out a stream of self-releases (I.E. Thee Negative Slave Mixtape). In 2015, Pictureplane teams with Anticon to release his long-awaited next LP.

alienbody.net | travisegedy.com | @pictureplane | @_pictureplane_

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Travis Egedy, a.k.a. Pictureplane, se hizo de nombre persiguiendo realidades impopulares y persiguiendo verdades alternativas en varios medios. Su trabajo de galería, mostrados en ambos lados del estanque, chocan lo familiar con lo extraño. Su línea de ropa Alien Body ofrece un estudio estilizado de simbología, lo oculto, y decaimiento social. Y su música – bendita y sombría, arremolinando trazos de vintage house, hip-hop, y noise – trata electrónicos no como artificiales, sino como extensiones de nuestros seres mas mágicos. Uno(a) podría, si uno(a) estuviera abierto(a) a esas cosas, visualizar los álbums del artista basado en Brooklyn y sus salvajes actuaciones en vivo como caminos hacia una forma más extraña de realidad. Ya que, cuando el Good Show nos dice “Trust No One” (No confíes en nadie), se hacen excepciones a hombres con tatuajes de X-Files.

Egedy se realizó mientras estaba en Denver, Colorado. Había estado estudiando una Licenciatura en Artes y pintura en la Universidad de Arte y Diseño de Rocky Mountain, pero su propia existencia se convirtió en su medio. Vivió en la legendaria bodega Rhinoceropolis, y ayudó a convertir el espacio hechizo y adyacente a un basurero en la sede de de la escena arte-punk underground de la ciudad. En ese espacio, su música evolucionó rápido, y Pictureplane nació en un estofado viscoso de sonidos rasposos, vida subestandard, arte foráneo, muebles pepenados, olores extraños, y una apertura magnífica. Cuando su remix de HEALTH “Lost Time” llegó a la blogósfera, Egedy ya había logrado un sonido: crudo, dance-pop temperamental aturdido por ritmos de rap y aumentado con voces ligeras. En el 2009 estrenó su debut oficial, Dark Rift, en Lovepump United, junto con una canción cuyo título decía mucho: “Goth Star.” Para el final de año, en un golpe de suerte irónico, acuñó el término “witch house” para describir el afloramiento del EDM oscuro gracias a los legados de Psychic TV y C + C Music Factory.

En el 2011 llegó Thee Physical de Pictureplane, marcando un salto enorme ambos en sonido – en la voz de – Egedy goteando sexo frente de un technoscape emotivo – y temáticamente: canciones como “Trancegender” y “Breath Work” exploran la sensualidad y el cuerpo humano con aplomo disuelve-género. Egedy se mudó a Brooklyn en el 2012 para avivar la cultura alt-rave desde una posición ventajosa y poderosa. Desde entonces, ha ido de gira con Crystal Castles y Major Lazer, encabezado festivales independientes en Europa, mezcló al gusto de Lil B, fue remezclado por Grimes, hizo ritmos para Antwon y Sole, y generó una corriente de auto-lanzamientos (I.E. Thee Negative Slave Mixtape). En el 2015, Pictureplane hizo equipo con Anticon para sacar su esperado LP.

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